Para la Seguridad Industrial, los riesgos respiratorios son un tema clave. Polvos, gases o vapores pueden causar enfermedades graves si no se controlan. Por eso, elegir el equipo de protección adecuado es clave para evitar daños a la salud y garantizar un entorno laboral seguro.
Los respiradores, por sí solos, no brindan una protección completa. Para que sean efectivos, deben usarse junto con filtros o cartuchos, según el tipo de contaminante. Aunque ambos elementos podrían confundirse, en realidad cumplen funciones distintas y están diseñados para enfrentar diferentes tipos de contaminantes. Sin ellos, el respirador no puede garantizar una protección adecuada.
¿Qué es un filtro?
Los filtros para respiradores están diseñados para retener partículas sólidas y líquidas suspendidas en el aire, incluyendo polvo, humos metálicos, neblinas, y bioaerosoles como bacterias y virus. Estos filtros son especialmente importantes en actividades de lijado, esmerilado, corte de madera, manipulación de productos químicos en polvo, soldadura, trabajos en minería, construcción y agroindustria, proporcionando una barrera física que protege las vías respiratorias. Existen distintos niveles de eficiencia en los filtros, clasificados según la norma europea EN 143 como:- P1: Para partículas molestas no tóxicas, como el polvo generado al barrer o al manipular materiales inertes como el yeso.
- P2: Para partículas mecánicas y biológicas, como las generadas en procesos de lijado, carpintería o manipulación de mohos y bacterias.
- P3: Para ambientes con gran concentración de partículas peligrosas, como los que se presentan en labores de soldadura, manipulación de asbestos o trabajo en laboratorios con agentes biológicos.
- Filtros contra partículas: Se designan con letras como N, R o P (según su resistencia a aceites) y un número (95, 99 o 100) que indica su eficiencia mínima de filtración en porcentaje. Por ejemplo, los filtros 3M 2097 P100 y 2091 P100 ofrecen protección contra partículas sólidas y líquidas, incluyendo aerosoles con y sin aceite.
- Filtros contra gases y vapores: Se identifican con letras y colores que indican el tipo de gas o vapor contra el que protegen (A: vapores orgánicos, B: gases inorgánicos, E: gases ácidos, K: amoníaco, etc.). También pueden tener una clase (1, 2 o 3) que indica su capacidad de absorción o reacción.
- Filtros combinados: Ofrecen protección contra partículas y contra uno o varios tipos de gases y vapores.
¿Qué es un cartucho?
Los cartuchos, en cambio, están diseñados para filtrar gases y vapores químicos. Son esenciales cuando se trabaja con sustancias como solventes, pinturas, pesticidas o productos de limpieza industrial. Dependiendo del tipo de contaminante químico, los cartuchos se clasifican por colores según la norma (por ejemplo, la ANSI/NIOSH o la europea EN):- Negro: Vapores orgánicos.
- Blanco: Gases ácidos.
- Amarillo: Vapores orgánicos y gases ácidos combinados.
- Verde: Amoniaco y derivados.
¿Cómo elegir entre un filtro y un cartucho?
La elección depende del tipo de contaminante presente en el ambiente de trabajo. Para ello, ten presente la siguiente tabla que puede ayudarte en tu elección:
Es crucial realizar una evaluación del riesgo y, en lo posible, una medición del aire en el lugar de trabajo para determinar con precisión el tipo de protección necesaria.
Tanto los filtros como los cartuchos son componentes esenciales para una respiración segura en el trabajo. Entender sus diferencias y aplicaciones permite tomar decisiones informadas que protegen la salud del trabajador y aseguran el cumplimiento de las normativas de seguridad industrial.
En Soltrak continuamos comprometidos con brindarte la información necesaria para que tomes la decisión más adecuada. Continúa aprendiendo sobre Seguridad Industrial y más en nuestro blog.